Para el Catedrático de Psiquiatría de la Universitat de València, "la pandemia ha provocado que todo cambie en relación con la salud mental. Muchas personas se han descompensado emocionalmente, ha habido un aumento de problemas de SM en personas vulnerables, y lo más importante nos ha hecho conscientes de que cualquier persona puede ser susceptible de adquirir la condición de personas depresiva, angustiada, adicta, bebedora, o tener la intención de quitarse la vida".

 

Tabarés ha hecho referencia a datos de antes de la pandemia que muestran un aumento significativo de los casos de enfermedades mentales en adultos europeos. "Las investigaciones apuntaban que el 27% de los adultos europeos habían padecido una enfermedad mental en los últimos 12 meses; que el 51% tendría un trastorno mental a lo largo de su vida y en España, habría 500.000 personas con trastorno mental grave. Además, en los jóvenes menores de 24 años las EM y los problemas relacionados con el consumo de alcohol y drogas, eran la primera causa de años vividos con discapacidad", ha apuntado.

 

Pero la pandemia no ha hecho más que empeorar la situación. "En España, del 2010 al 2019 se consiguió un aumento del 1,5 año con respecto a la esperanza de vida, que nos lo ventilamos en un año como consecuencia de la pandemia. Un impacto similar al provocado por la Guerra Civil", ha argumentado. Sin ir más lejos, a nivel mundial, la depresión y la ansiedad han aumentado más de 27 y 25 puntos, respectivamente. Datos que el Comisionado califica de "escalofriantes". 

 

En el caso concreto de la Comunitat Valenciana, "en menores de 39 años, la tasa de suicidios ha aumentado un 30%". "¿Cuántas muertes estamos dispuestos a tolerar como sociedad?", se ha cuestionado el Doctor. 

 

Por lo que se refiere a los psicólogos, Rafael Tabarés, ha argumentado que en el presupuesto del 2022 hay una partida para la contratación de 50 psicólogos, añadidos a que en 2021 la administración valenciana puso en marcha tres unidades de atención comunitaria en las tres provincias, la creación de tres unidades comunitarias para problemas complejos de niños, niñas, jóvenes y adolescentes y la creación de tres hospitales de día para niños, jóvenes y adolescentes. Lo que supuso "la contratación de 69 profesionales que son psiquiatras, psicólogos, trabajadores sociales y terapeutas ocupacionales".